viernes, 31 de octubre de 2014

Cotos - Laguna de los pajaros - Peñalara - Cotos (Ruta circular)












 
 
Ruta que nace desde el aparcamiento de Cotos. Ascendemos por el Mirador de la Gitanilla, y desde el sendero que nos lleva a la Laguna Grande, nos desviamos hacia la laguna de los pájaros. Esta vía se encuentra bastante mas rota, con algún repecho que nos hará mirar hacia atrás, para otear desde algún punto la bonita y concurrida laguna grande.
 
Una vez lleguemos a la laguna, observaremos el lugar por donde debemos continuar, subiendo por el cordal de la ladera hacia el paso mas delicado de la ruta, el cual debemos evitar si encontramos hielo, pues es un paso aéreo que no presenta mayor dificultad si estamos acostumbrados a ese tipo de terreno. Si presenciamos alguna escena de angustia en algún senderista que se había aventurado a cruzar el paso, sin tener muy claro como superarlo.
 
Tras ello llegaremos al pico de Peñalara, donde disfrutaremos de las vistas que nos ofrece el pico mas alto de Madrid.
 
Desde ahí, descendemos por la vertiente contraria, por sendero marcado y sencillo, el cual de manera zigzagueante nos ira acercando a nuestro punto de inicio. Cuidado con los resbalones, pues encontraremos piedras sueltas.
 
Fecha : Octubre 2013
Distancia : 13 km
Tiempo : 5 horas

domingo, 19 de octubre de 2014

Ascenso a Monte Perdido (3.350m)







Esta vez, junto con mi amiguete Pedro, nos dirigimos al Parque Nacional de Ordesa, en Pirineos (Huesca)

Desde el pueblo de Torla, accedimos al aparcamiento del Parque (ojo, solo se permite acceso en vehículo propio en determinadas fechas), para comenzar un bonito ascenso hasta el Refugio de Góriz, el cual se vio empañado de alguna manera por la cantidad de agua que caía del cielo, de la montaña, de cada arroyuelo y grieta en la roca....esto nos dejó empapados, pero asombrados de la belleza del lugar.

Vadeamos algún rio, y apretamos el ritmo en los últimos kilómetros por que la noche se nos echaba encima.

El segundo día, tocó hielo. Un ascenso variopinto en el que superas algunas pedreras, trepas por lanchas húmedas con ayuda de cadenas y clavijas, atraviesas neveros, asciendes y asciendes, hasta que a 100 metros de la cumbre, compruebas como gracias al temporal de los últimos días y a la temperatura vivida esa misma noche, la escupidera que te lleva a la cima se encuentra helada... y a menos que hayas echo caso omiso a las predicciones, y te hayas equipado de crampones (y aun así también las pasó canutas el único grupo que si llevaba material) no vas a poder coronar, pues el terreno se torna peligroso y hostil.

La ruta es preciosa, cola de caballo es un espectáculo, aunque con tantísimo caudal (rugía!) no se apreciaba su forma característica. Monte Perdido no es un paseo, es un ascenso exigente debido a la verticalidad de sus famosas escupideras, las cuales en mas de una ocasión han sido letales para mas de un montañero, en ascensos invernales.

Dejo un vídeo resumen de la aventura. Volveremos, y volveremos a intentar hacer cumbre, si la montaña nos da su permiso.